La futbolista canaria del UDG Granadilla, impartió su I campus de tecnificación María José Pérez en Añaza (Tenerife). Este campus tuvo lugar del 26 de junio al 7 de julio. Pocas mujeres tienen la oportunidad de crear su propio campus y María José es una de ellas.
La futbolista se inició en el deporte a los 5 años de edad en la plaza del colegio como todo niño. Empezó una aventura que fue muy bonita y hasta ahora lo está haciendo. "En el camino hay muchas cosas que superar, que hay que dejar atrás como amigos y familia. Si quieres llegar a tu sueño y jugar al fútbol a gran nivel tienes que dejar todo eso y trabajar muy duro diariamente. Vale la pena".
Siempre ha tenido el apoyo de sus padres y el de su familia.
Con 17 años se fue a la península a jugar. Comenta que: “Me hice una mujer. Viví muchas cosas sola y eso te hace madurar. Gracias a eso he podido ser la persona que soy hoy en día. Me considero una chica normal, humilde, de barrio. Intento siempre mejorar y estar a buen nivel y al final todo eso ha llevado que sea muy conocida en Canarias, que la gente me quiera y confíen en mí. Eso es muy importante para mí".
El fútbol femenino ha estado siempre discriminado. Comenta que "no cobramos como profesional y que vive de esto, pero es como un trabajo más, como ser dependienta o camarera. El día de mañana es muy difícil que viva de esto, de lo que ha trabajado. No puedo ahorrar y no puede ser una persona como los profesionales del deporte que pueden montar un negocio".
El fútbol siempre lo ha compaginado con su otro trabajo. "Antes te daba la gasolina y poco más. Hay muchas maneras de verlo. Esto es lo que yo he querido y luchado. Ahora se está viendo más el fútbol femenino y gracias al trabajo de toda la gente y el mío, sale mucho más por televisión y hacen contratos deportivos". Espera disfrutar lo máximo posible y seguir en alto nivel".
Vive para el deporte, para su fútbol. Entrena por las mañanas y por las tardes. "Hago lo que quiero y cobro por ello. Tengo la satisfacción de que hago lo que me gusta".
Se inició en el barrio de Añaza. "Empecé en los colegios, concretamente con las actividades extraescolares. Empecé en el alevín del club deportivo Añaza hasta infantil. A partir de ahí ya no podía jugar más. Tuve la suerte de competir con chicos y eso es un plus. Después pasé a diferentes categorías de féminas. Me tocó jugar la segunda división de canarias. Ahí me llegó la llamada de la selección canaria, la selección española sub19 y la absoluta. Fue algo inolvidable para mi y muy bonito. A partir de ahí empecé a buscar mi camino e ir a la península a jugar en primera división. Con 17 años me fui y hasta ahora no me arrepiento".
Siempre se he decantado por el fútbol, pero jugaba al baloncesto y patinaba en la plaza.
¿Cómo te sientes al realizar tu I campus de tecnificación organizado por tí? ¿Has recibido apoyos de instituciones u otros organismos? ¿De quién surge la idea del campus? ¿Estás contenta con la evolución hasta ahora? ¿Qué crees que opinan los niños/as al poder realizar un campus creado por una mujer futbolista? ¿Les motiva más o, menos? ¿Ven en ti a una referente en el mundo del fútbol? ¿Te conocían de antes o te han conocido ahora en el campus? ¿Por qué se han animado a apuntarse a un campus impartido por una mujer?
"Siempre lo tenía en mente y es importante para mi. Es un vínculo para poder enseñar a los demás lo que has aprendido y al final lo importante es que lo niños hagan deporte, que no estén en la calle. Se enseñan valores con el deporte, como el compañerismo. Fue un gran sueño para mí ya cumplido y ha salido todo muy bien. Los niños han salido muy contentos y los padres también. Esto hace que uno se ilusione. Soy bastante conocida en Tenerife y en Canarias y ello conlleva una gran responsabilidad para mí, lo que ven, lo imitan. Esto hace unos años atrás era impensable".
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| Foto: GRnueve Futsal |
"La iniciativa fue por medio del club Añaza. El presidente se puso en contacto conmigo y planteamos un campus para niños que no tuvieran muchos recursos. El Ayuntamiento puso mucho de su parte y gracias a ellos y gracias al apoyo de empresas del barrio de Añaza nos dieron una aportación económica para comprar material para los niños. Fue una cosa muy bonita para el barrio y para mi. Al final aprendieron y con eso me quedo. Me quedo con lo que aprendieron, salieron felices y quedaron con ganas de más. Los padres estaban ilusionados y muy contentos con el trato. Ha sido uno de mis sueños y espero seguir haciendo estos proyectos para niños para que aprendan y esperamos que se puedan apuntar para los niños más necesitados".
¿Cómo animarías a otras mujeres deportistas a crear sus propios campus, a ser entrenadoras o a ser presidentas de clubes deportivos?
"Es el mayor logro que puede hacer una mujer. Todo el mundo tiene derecho a ser entrenadores y de disfrutar de lo que nos gusta. Que tengan toda esa ilusión con el deporte. Hay que tener mucha ilusión y ganas, pero sobretodo hacer el bien de todos y no solo de ti mismo. Eres un ejemplo para ellos".
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