Julia Takacs, demostrando lo obvio.
La especialidad de marcha atlética se inició en 1979 para las mujeres, como tantas otras disciplinas de atletismo hemos ido accediendo de forma progresiva por una argumentación pseudociencientífica del momento histórico que defendía una biología no adecuada para el sexo femenino en según qué pruebas.
En el mundial de la ciudad de Eschborn (Alemania) durante la Copa del Mundo de marcha atlética debutaron las mujeres a nivel mundial.
Inicialmente con 5 km y después a otras de mayor envergadura que también estaban prohibidas para las atletas. En Roma, en los Campeonatos del Mundo de Atletismo en 1987, se hizo sobre la distancia de 10 km y fue en Barcelona donde las mujeres pudieron competir en este 10 km a nivel de Juegos Olímpicos (JJOO) en 1992.
En otros JJOO esta vez celebrados en Sidney (Australia) las mujeres pudieron competir en 20 km.
Desde 1932 exclusivamente los hombres lo hacían en la distancia de 50 km y no es hasta la escandalosa cifra de 84 años más tarde, es decir en 2016, cuando la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) contempla la distancia de 50 km para las mujeres, en el Campeonato de marcha atlética por equipos, celebrado en Roma y en una prueba mixta en la que no se realizaron clasificaciones diferenciada por sexos.
La reflexión es ¿ha variado la biología de las mujeres, su sistema osteo-articular, su fisiología? No. Entonces… ¿Qué ha variado hasta este momento en que Julia Takacs ha ganado un bronce tras 4h 15m 22s un día de 31º en Berlín? Ha variado la mentalidad de quienes legislan el deporte.
Felicitamos a Julia Takacs por ese logro icónico en el acceso a la igualdad de las mujeres al deporte, en este caso a los 50 km de marcha atlética y les avisamos de lo que todavía queda por venir. Entre las ocho primeras también dos españolas Ainhoa Pinedo con , 4h 27m 3s. y Mar Juárez con 4h 28m 58s. ¡Otro techo destrozado! Dejen de ponerlos porque no hay cristal que se nos resista.
Animamos desde aquí a nuestras jóvenes marchadoras canarias porque pueden aspirar a lo que se propongan.
Escrito por Chus López (ACAED)
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